Una verdad que puede variar.

Hoy  al ver  las olas en la  playa,  el observar como  la  espuma  tocaba delicadamente la  arena, comencé a recordar un poco , el como  habían pasado tan rápidamente los años, es increíble, como parece  simplemente un momento tan corto pero en realidad ya han  pasado más de 3 décadas, desde aquellos días de juventud.

Parece como  si todavía  pudiera  tocar aquellos recuerdos con mis  manos, como si de alguna  manera, con solo  imaginar aquella escena, mi  brazo se moviera automáticamente, tratando de  entrar,  supongo  que  de esta manera,  es  como uno reacciona cuando se encuentra no  abrumado sino un poco desconcertado.

Después  de todo no  sabría  plantear si acaso ha cambiado para bien o  para mal, lo que  actualmente se  cuenta como demostración de amor, sin querer sonar como una  persona  que  solamente quiere intentar presumir de cómo eran las cosas anteriormente, o  tal vez solamente soy alguien, que vea de  forma algo  reacia  las nuevas  tecnologías.

Aunque  estoy  seguro que tal  vez muchos  lo tomarían, como  que  probablemente, me encuentro en  un estado de negación ante los nuevos  avances, cuando no  podría estar  más a favor, después de  todo, tal vez no hubiera llegado hasta aquí de no  ser por lo mucho que se ha avanzado  en los aspectos médicos.

Pero  no creo que haya alguien que me pueda negar,  que  de  cierta manera,  estas nuevas  tendencias han dado un duro golpe, a la idea que se tenía sobre lo  que era  el  romanticismo, después  de todo,  aquellas cartas que uno escribía  de manera  apasionada han quedado atrás, esas melodías que  uno solía componer, han  sido olvidadas.

No niego que actualmente  haya maneras en las cuales, uno podría decir han  podido reemplazar a las antiguas, pero  no creo que sea  totalmente cierto, después  de  todo, hay  algunas cosas que  solamente  la vieja  escuela, como se dice coloquialmente,  puede hacer  como se deben, al menos en mi manera de  pensar.

Aunque, habrá  quienes repliquen,  las nuevas  tecnologías nos hacen estar más  unidos que  antes, nos hacen estar más cerca que nunca, y que podamos convivir de maneras más sencillas con nuestros seres  queridos, pero en realidad, es esto cierto, no  acaso  esa  sensación de  comodidad al poder encontrar a cualquiera, con el  alcance de  un clic,  es lo que ha hecho a la gente, menos  emotiva y cariñosa con los demás.

Muchos dirán que no es  así, pero lo más seguro es que se les hayan venido a la mente, una o dos situaciones, en las cuales esta situación, encajo como anillo al dedo, y no los culpo de no querer admitirlo, después de  todo, hay  ocasiones en las cuales, la  tecnología nos abruma a un punto el cual no podemos percibir.

Hay algunos  que incluso se  podrían plantear  que hasta cierto punto,  actualmente los  que tienen el  rol  de obedecer somos nosotros, y lo amos, aquellos objetos que  usamos  cada día, que  al  facilitarnos  la  vida  tanto, nos  volvemos  dependientes  sin darnos cuenta, ya  que incluso sin llegar a exagerar, podría  jurar,  que  hay algunos que no  pueden estar en paz consigo mismos, sino  pueden tener su celular a lado.

Puede  parecer una locura desde cierta perspectiva, pero  si uno se pone a analizar bien la situación, tal vez se encuentre con una respuesta, que no me dé la razón a mí, pero que le haga darse cuenta, de que en ocasiones la verdad puede variar dependiendo de la situación, y como al ver hacia atrás detenidamente, uno se puede encontrar, con algún buen mensaje que le sirva para el futuro.

Pero muchos  preguntaran tal vez, como antiguamente  uno  podía mantener mejor  una relación que como es actualmente, dado que me he estado jactando de eso anteriormente, y la razón  vendría siendo, que antes, probablemente apreciábamos  más un reencuentro, lográbamos  darle más importancia a los  sentimientos que compartíamos al estar juntos, que a las  opiniones de los demás.

Aunque a  pesar  de  que pueda  sonar, como que no  encuentro  nada  bueno en  la forma moderna de  relacionarse, sinceramente no  podría decir  eso,  he  sido testigo de cómo  grandes amores, llegan  a concretarse  a pesar de  estar  a  muchos kilómetros de distancia,  cosa  que anteriormente,  hubiera sido  prácticamente  imposible.

Puede que incluso  aquel amor de tu vida, aquella persona por  la cual  estés esperando, este  a solamente unas cuantas  palabras de  distancia, pero  tu decidirás en que  medio encontrarla, si  decides hacerlo  de la forma antigua a la que  tantas flores le  he tirado, o tal vez simplemente dejándote llevar por esta gran locura virtual.