Mis palabras por ti.

Hoy  es un día especial,  pues  es la  celebración donde cae  una hoja  más  del árbol  de  tu  vida,  pero puede  que solamente sea  una  fecha más  para mí, puesto que cada momento  que  paso  contigo es  especial  y único, todo  minuto  que compartimos  juntos  se vuelve un  recuerdo  que queda atesorado  dentro  de  mi  cabeza, para que en las  noches cuando  mire  a las estrellas  a través de  mi  ventana, pueda observar  tu cara  reflejándose  en  cada  una  de  ellas, pero  poco  a poco mis  ojos pueden  apreciar, como tu  figura comienza a formarse en el firmamento, a la vez  que pareciese  que  estuviera  danzando entre las  luces de la  bóveda  celeste, solamente para  que  con una  última  vuelta  aquel vals  cósmico termine contigo enfrente de la luna, mientras que  esta logra intensificar tu gran belleza.

Pero  en el  fondo me pregunto el porqué de esta  situación, acaso será por la admiración que  te tengo, la cual  es causada por  esa actitud tuya que está rodeada  por  un aura  de  misterio, puede  que se  deba a  esa  dulce risa inocente que  impregna  en mi  ser una  sensación  de  paz,  tal  vez pueda  deberse a  esa asombrosa  agilidad  mental  que  te caracteriza y  con la  cual, puedes resolver cualquier problema que  se  te presente, aunque también  logró  cautivarme  de  sobre  manera la  magnífica sencillez de  tu  palabras combinada  con tu  extrema franqueza, podría ser que esa combinación  entre una tonalidad meliflua  pero  a la vez ruda que posee  tu  preciosa  voz, sea lo  que  capto mi  atención, inclusive  el  mero hecho  de  juntar  nuestras miradas por alguna casualidad, hace  que  mi cuerpo  se  transporte a  un mundo nuevo en  el cual se  siente libre.

Es  por todo  lo anterior que probablemente, solo pueda describir  a  totalidad tu encanto, al ponerlo a  la par con  una obra pintada por un artista renacentista, puesto  que cada  parte de  ti pareciese  que fue esculpida por el  mas diestro  cincelador,  ese esplendoroso cabello  el  cual revolotea delicadamente con la brisa  del  viento  y  que diera la impresión de que la  naturaleza  a  su  alrededor, se maravillara por tal  manifestación  de  gracia, pero creo que  finalmente ha  llegado  el momento de  parar, dado  que  finalmente  pude explayarme  en  mi  sentir,  por lo  que  solo me queda decirle, que espero que en esta noche  cuando  ambos estemos en nuestras  camas  y fijemos  nuestra mirada, en el astro que ilumina de  forma  imponente la oscuridad del cielo nocturno, nos encontremos en su  centro para poder compartir una pieza al ritmo del  crepúsculo.